Más de medio siglo de historia y trabajo avalan la trayectoria de la empresa pública, que desde sus inicios mantiene una decidida apuesta por los servicios de calidad
La competitividad empresarial es clave para el desarrollo de los mercados y de las sociedades. De ahí la importancia de que las compañías, sea cual sea su tamaño y especialización, opten por dotarse de las herramientas imprescindibles para lograrla. Y, por supuesto, que elijan a los socios adecuados para que las sinergias hagan su labor.
Más de medio siglo de historia y trabajo avalan la trayectoria de Mercasalamanca, que desde sus inicios ha mantenido una decidida apuesta por los servicios de calidad. Porque siempre ha entendido que, de su mano, podría contribuir a la competitividad de las empresas que alberga. Y no se equivocaba.
¿Cómo lograrlo?
Sus instalaciones y tecnologías, además de los servicios añadidos que presta, lo convierten en espacio privilegiado. La vigilancia permanente, el control de entrada o el suministro del frío industrial hacen de él un referente: dispone de refrigeración en todos los puestos, con más de 20.000 metros cúbicos de frío de conservación y más de 10.000 metros cúbicos de frío congelado.
Son, sin duda, prestaciones de alto valor para todas las empresas del ámbito agroalimentario que busquen un entorno en el que asentarse. Pero, sobre todo, es el lugar ideal para las compañías del sector que quieran crecer.
El primer paso: la escucha
Los servicios son fundamentales. Pero no son los únicos requisitos. El primer paso para favorecer la competitividad empresarial desde un espacio de estas características es escuchar las necesidades de los empresarios. Y, a continuación, encontrar maneras de atender sus demandas. Buscar respuestas, poner en marcha acciones que les ayuden a alcanzar sus objetivos de la manera más eficiente y sostenible.
Mercado referente del oeste
Tras su estancia en el entorno de la Plaza Mayor y luego en Calzada de Medina, Mercasalamanca comenzó su proceso de transformación con el traslado, en el año 2009, a los terrenos de la antigua finca de La Salud. Allí desarrolla su actividad en la actualidad, y desde esa nueva sede ha buscado convertirse en el mercado de referencia del oeste peninsular.
Además, su ubicación le permitirá erigirse en parada imprescindible de las rutas comerciales con principio y fin en Portugal a través del puerto seco, instalación logística que se situará frente a Mercasalamanca.
El valor añadido del puerto seco
¿Qué oportunidades brindará el puerto seco? Pues las empresas establecidas en el mercado tendrán conexión directa con varios puertos de Portugal. Y esto, sin duda, facilitará mucho los intercambios comerciales, aspecto esencial en el caso del sector agroalimentario.
Fruto de la puesta en marcha de esta nueva infraestructura es muy probable que no tarden en ocuparse los espacios del mercado disponibles en este momento: seis puestos de fruta, uno y medio de carne, seis oficinas, cuatro parcelas y una nave en parcela.
Compromiso social
Más allá de su actividad empresarial, Mercasalamanca ha forjado a lo largo de los años fuertes alianzas con la sociedad en la que está radicada. Además de las visitas semanales de centros educativos, que permiten dar a conocer a centenares de escolares cada curso la importancia de unos hábitos alimentarios saludables, el deporte es una de sus señas de identidad.
Los ámbitos deportivo y social, además de su apuesta por la sostenibilidad, el producto de proximidad, el desperdicio cero y la seguridad alimentaria, vertebran su visión, misión y valores. Sin olvidar la importancia que para los clientes tienen unas infraestructuras, instalaciones y servicios que promueven la competitividad, sin perder de vista el beneficio de la sociedad.