Los meses de verano, además de para las vacaciones, son temporada alta para las barbacoas, que se han convertido en espacio de encuentro

Uno de los grandes alicientes del verano, especialmente cuando la climatología lo permite, son las barbacoas. Más allá de la imagen que inmediatamente se nos viene a la cabeza, con el chorizo, la panceta y las costillas asándose sobre las brasas del carbón, las barbacoas son todo un fenómeno social. Concebidas como oportunidad de encuentro, se han convertido en excusa para organizar reuniones de amigos o familia para disfrutar de productos ricos al aire libre.

Pero mucho han cambiado las cosas en los últimos años. Una de ellas, y fundamental, ha sido la alimentación, de modo que ese recuerdo de la panceta y el chorizo, que siguen siendo protagonistas de la cita, ahora se nos «aparece» acompañado de verdura. O, incluso, en algunos casos ha llegado a ser desbancado por un buen pescado.

Los expertos en nutrición recomiendan elegir bien los productos a cocinar a la barbacoa, porque no todos reúnen las características para este tipo de elaboración, por un lado, y existen otros que nos permiten mantener una dieta más saludable. Sí, una barbacoa de verduras quizá no lo sea para mucha gente pero… ¿por qué no probar?

La mejor barbacoa del verano

Maíz, patata, pimiento…

Como decíamos, cada vez es más numerosa la gente que opta por incluir las verduras en el menú de la barbacoa, y muchas veces dándole un papel más importante que el de simple acompañamiento.

Los pimientos, sea cual sea su color, resultan muy sabrosos tras su paso por las brasas, al igual que el maíz: una mazorca entera es un manjar para todos, pero además para los niños es toda una diversión.

Las patatas, asadas en el típico papel de aluminio entre las brasas, como nos las daban cuando éramos pequeños, o simplemente pasada por la barbacoa si es que ya la habíamos cocinado con anterioridad, son una apuesta segura, como sucede con las berenjenas, que cortadas en rodajas mantienen un sabor y una textura incomparables.

Las zanahorias son una de las hortalizas que más tiempo debe mantenerse al fuego por las características de su textura. Los tomates, por su parte, son también una buena opción pese a su alto contenido en agua. Pero, además, existen otras posibilidades quizá menos habituales, pero igual de sanas o sabrosas: los espárragos trigueros, cualquier tipo de seta o calabacines, productos todos ellos frescos y de proximidad con alto contenido en nutrientes.

La mejor barbacoa del verano

Chuletas, aves, costillas…

Lo decíamos al inicio: la carne es la «reina» de las brasas. Y pese a que una dieta sana contempla la ingesta de todo tipo de alimentos, algunos, eso sí, con moderación, existen muchas posibilidades para preparar nuestra barbacoa.

Es indudable que entre los productos «revelación» de los últimos años figuran las carnes procedentes de ave, especialmente de pollo y pavo, que además de cubrir las necesidades de proteínas y contener menos grasa, están muy sabrosas a la brasa.

Junto a ellas, y concebidas también como una buena alternativa para la barbacoa, encontramos la carne de conejo o incluso la de cerdo, pero en el caso de las partes másmagras. Porque optar por carnes magras es clave si queremos elaborar una propuesta más saludable: escoger estas piezas y aderezarlas con sal o especias es una buena propuesta si nos decantamos por la carne roja, sea un chuletón o un entrecot, por ejemplo.

Además, las chuletas y las costillas, «básicas» en cualquier barbacoa, son plato de gusto para todos, especialmente si, como ocurre en el caso de las costillas, se marinan unas horas antes.

¿Y un pescado?

Sí, el pescado se ha convertido en el rey de las barbacoas en muchos jardines. Poco a poco, este producto altamente saludable ha ido ganando terreno hasta erigirse en alternativa a las tradicionales carnes. Además, su alta variedad garantiza su adaptación a todos los gustos.

El salmón es uno de los incuestionables y es mucha la gente que opta, como con algunas carnes, por marinarlo. Es sencillo: ajo, lima, soja… son muchas las posibilidades de darle ese toque especial, potenciado tras su paso por las brasas.

Las lubinas, corvinas o doradas son también una buena alternativa ya que su rica carne adquiere un gran sabor a la parrilla. Eso sí, es importante recordar que las escamas pueden ser molestas a la hora de comer, por lo que es recomendable retirarlas al sacarlos de la barbacoa.  

Especialmente en las zonas de costa, donde muchos las disfrutamos durante la época estival, las sardinas, jureles o boquerones son también apuesta segura a la brasa. Y algunas piezas enteras como rodaballo o gallo son un manjar pasados por la barbacoa.

Rosada, en el caso de las costas andaluzas, salmonetes o incluso la ventresca de atún o de bonito fresca son excepcionales opciones para una barbacoa por su sabor y sus características, aunque es importante conocer algunos trucos para que el cocinado y, por ende, el resultado, sea el mejor.  

La organización de una barbacoa es una oportunidad inmejorable para reunir a nuestros seres queridos en torno a una mesa y un buen plato. Pero, además, nos permite mantener y promover hábitos de vida saludables y, por supuesto, nos brinda la posibilidad de adquirir productos de proximidad, frescos y de la máxima calidad.

Dos últimos consejos: asegurémonos bien de apagar las brasas para evitar cualquier incidente. Y, en caso de no organizarla en casa, hacerlo en los lugares y los momentos permitidos: la responsabilidad es también un ingrediente fundamental.